La intención del club es que Caparrós quede vinculado a partir de la próxima campaña como una suerte de ‘manager’ a la inglesa o director deportivo supremo, que además de mandar en asuntos como los fichajes, también ejercerá de consejero de confianza de Castro. El la segunda parte, Petev sacó desde el inicio al defensa rumano Alexandru Matel por uno de los jugadores más activos del Dimano en la primera mitad, el extremo argelino El Arabi Hilal Soudani, con la clara intención de que se notara lo menos posible el que el equipo estaba con diez futbolistas. La falta de intensidad del conjunto de Jorge Sampaoli, además, propició que los del búlgaro Ivaylo Petev tuvieran opciones para montar contragolpes, algo que se vio poco en el partido que disputaron hace dos semanas en Zagreb, donde los sevillistas fueron muy superiores. El Sevilla goleó con suficiencia al Dinamo Zagreb (4-0) y cumplió su parte para asegurar el pase a los octavos de la Liga de Campeones, pero la otra condición no la cumplió el Juventus italiano, con su empate en casa ante el Olympique Lyon francés, por lo que el conjunto español aún tendrá que esperar. Así se enfiló la recta final del primer período, con un Betis que quiso ordenarse para no pasar por demasiados problemas y un Sevilla con más control pero sin demasiadas ideas en el ataque, con lo que al descanso se llegó con ese 0-1 que dejó abierta la segunda parte.

Otra fragilidad defensiva, ahora en el área visitante, valió para que Negredo empatara de cabeza tras pase del marfileño Ndri Romaric, pero la sucesión de fallos en las zagas no paraban y ahora le tocó el turno a la sevillista para que Quincy pusiera el 2-3 en un lance en el que los locales reclamaron un previo fuera de juego de Rondón. Mientras, en el Fuenla hay una mejoría general y el club comunicó ayer que, a tenor de los últimos resultados de las PCR y la evolución de los contagiados, su plantilla estará en condiciones de jugar el partido aplazado ante el Dépor este domingo 2 de agosto. El Consejo agradece a la primera plantilla y cuerpo técnico la predisposición mostrada. Una internada de Correa fue la primera llegaba peligrosa a los dominios nipones al filo del minuto 20. Poco después, Corchía y Luis Muriel rozaron el 0-1, en una acción solventada no sin complicaciones por el arquero del Kashima.

La segunda parte tuvo menos historia aún que la primera. Los sevillistas lideran el grupo H con diez puntos pero con dos jornadas por delante en esta fase aún no tiene el objetivo asegurado, aunque este miércoles volvió a mostrarse muy superior al equipo croata, que, además de su inferioridad en el juego, estuvo toda la segunda parte con uno menos por la expulsión del esloveno Petar Stojanovic. Entró frío el Sevilla al partido, quizá al ver que desde el inicio el equipo croata le cedió el espacio y el balón y que acumuló una clara línea de cinco defensa delante del portero Dominik Livakovic. Era el capitán de aquella selección, en la que había jugadores como Julen Guerrero, Kiko, Mendieta o Sergi. Los de José Miguel González ‘Míchel’ salieron como un león herido, a morder por allí donde se encontraba la pelota sin que los de Pepe Mel le cogiera la onda al choque ante el ímpetu de los del barrio de Nervión. El 2-0, en jugada al primer toque de cinco jugadores del Sevilla, llegó en culminación de Luis Fabiano, ante un Zaragoza que pareció pedir la hora cuando ni siquiera se había llegado a primer tercio de partido.

No se habían cumplido cinco minutos y el Sevilla ya ganaba por 2-0, pero pudo ser mucho peor para los intereses de los de Heliópolis dos minutos después, cuando Álvaro Negredo superó en su salida a Adrián y estuvo muy cerca de conseguir el tercero. Al cuarto de hora el Betis se quedó con diez futbolistas sobre el terreno por la expulsión de Rubén Pérez tras ver dos tarjetas amarillas en cinco minutos, aunque su equipo, en inferioridad, logró poco después marcar en un remate de Rubén Castro, un gol denominado del honor porque no hubo más hasta el final, solo el quinto tanto del Sevilla, obra de Rakitic en la prolongación. Expulsó por dos tarjetas amarillas al bético Rubén Pérez, quien las vio en los minutos 56 y 61. Además, también amonestó a los locales Spahic (m.22), Palop (m.56) y Medel (m.63) y a los visitantes Paulao (m.35) y Pozuelo (m.47). El Sevilla buscó con ganas el segundo tanto que dejara el partido ya encarrilado y las ocasiones se sucedieron, pero el gol se resistió, como en una gran pase de Ganso a Vitolo en el que Livakovic, que tuvo mucho trabajo, sacó una mano que lo impidió. Sacó el Betis, el balón llegó a su portero, el canterano Adrián San Miguel, y cuando éste lo quiso jugar con un compañero lo interceptó José Antonio Reyes, quien lo fusiló cuando el reloj marcaba el segundo quince.

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