Después de reabastecerse de combustible en Libreville, el avión desarrolló problemas y cayó al mar el 28 de abril de 1993, matando a las 30 personas a bordo, incluido el presidente de la Asociación de Fútbol de Zambia, Michael Mwape, y miembros de la tripulación de la fuerza aérea. Ante España fue su único argumento y repitió en la segunda jornada.