El color blanco es predominante y se encuentra combinado con triángulos en rojo y amarillo que salen desde el escudo para ocupar el frontal de la camiseta y una de las mangas. Los triángulos se convierten en un elemento decisivo del diseño de la camiseta y forman parte del tejido de la misma. El barcelonismo más tradicional puso el grito en el cielo por la inclusión del color del eterno rival, el Madrid, en una parte ciertamente visible de la equipación. Es casi imperceptible sobre el blanco de la casaca, pero es más visible en la equipación de los porteros, que es azul marino. Como tercera equipación lució una indumentaria de color blanco como la camiseta de visitante anterior a los años 1990 aunque solo la utilizó en partidos amistosos. Con tercera estrella o sin ella la Dama del calcio vuelve a reinar en Italia. Sí, el Inter se impuso en el «derby della madonnina» en un partido colosal frente a sus vecinos para seguir soñando con colocarse en la tercera plaza en la última jornada para disputar la Champions del curso que viene.

La segunda equipación es, sencillamente, camiseta italia 2016 la mejor del Mundial. El triángulo es un motivo clave de la camiseta y es que si algo ha caracterizado a la Selección en los últimos años es el juego en triangulación; este estilo de juego ha conseguido dominar el fútbol mundial y ahora estará presente ya no sólo en el campo sino también en la camiseta. La grave lesión en la rodilla de Chiellini en agosto de 2019 impidió el interesante experimento futbolístico de comprobar su respuesta sobre el campo a la radical apuesta por la posesión de Maurizio Sarri. Unos se fueron a por los jugadores, otros besaban el césped y los menos arrancaban pedazos del suelo al entender que el campo había pasado a ser un trozo de historia del club. El exfutbolista italiano ha recuperado para ganar el Scudetto el juego con balón, un discurso reseñable en el fútbol italiano, gracias a la llegada de Andrea Pirlo, todo un arquitecto sobre la hierba que refleja el intercambio de papeles con el Milán, que ha desmantelado su centro del campo. La selección polaca estrenó la camiseta el pasado viernes en el amistoso ante Italia, partido en el que los hinchas mostraron su descontento por la desaparición del águila.

Así de rotundo se ha mostrado esta semana el entrenador del Inter de Milán, Roberto Mancini, abriendo con ello un gran debate sobre los oriundos que divide completamente al fútbol italiano. La Italia que nos espera es una Italia que corre muchísimo (la que más kilómetros hace por partido, a pesar de su edad, la segunda media más alta del campeonato). De ahí el estallido de júbilo en el refugio de Trieste, el lugar donde Del Piero marcó sus primeros goles con la camiseta de Italia. «Los diamantes amarillos y azules representan la velocidad, la energía y el estilo del fútbol que se asocia con el combinado nacional español». Llegó a decir que el Inter no necesitaba a Zidane cuando el francés fichó por el equipo «bianconero». Islandia. Quién le iba a decir a Erreà, una pequeña empresa de ropa deportiva de Parma, Italia, que firmar con Islandia iba a ser tan productivo.

La base de la elástica es blanca y destaca por llevar el logo de Puma y la federación italiana al centro del pecho, separados por una pequeña línea vertical, además del nombre de la nación europea en azul marino. El presidente del país, Bronislaw Komorowski, se ha sumado a la ola de críticas y ha exigido una explicación a la Asociación Polaca de Fútbol. La camiseta que lucirá la selección polaca en la Eurocopa de 2012 está provocado una tormenta de críticas en el país. Destaca Conte también que en el último Mundial jugado en Brasil, sobre un total de 736 jugadores, los oriundos eran 83. Conte da a entender que Alemania lo ganó con los oriundos, algo que rechaza Roberto Mancini: «¿ Con una camiseta innovadora, con tres rayas amarillas en cada una de las mangas y cuello de pico, España deambuló por nuestras tierras ante rivales sencillos como Honduras o Irlanda del Norte ya que ni siquiera fue capaz de pasar de la segunda fase donde Alemania Federal e Inglaterra consumaron un fracaso que se vio venir desde el primer partido. Su triunfo desató la fiesta del eterno rival al noreste del país, casi en el mismo lugar que diez años atrás celebró un campeonato vestido a rayas azules y negras en una última jornada apasionante.