Si bien es verdad que el mayor hito de la carrera de Diego Armando Maradona fue liderar a la selección argentina hasta la consecución del Mundial de México ’86, su paso por el Nápoles dejó una huella imborrable en el fútbol italiano. Si cabe destacar uno por encima del resto, ese es la Recopa conseguida en 1970, único título continental que hay actualmente en la sala de trofeos del club. Pues bien, en 1982, con motivo de un ascenso del club a Serie A y la llegada de un sponsor de prestigio como la firma de electrodomésticos Sèleco, el presidente del club, Gian Chiarion Casoni, decidió poner en marcha un restyling del club, camisetas de futbol baratas tanto de su emblema como de su uniforme. La elástica del Tottenham de 1983, por 37,42 euros. La camiseta que lució el Liverpool en la temporada 85/86, por 62,95 euros. A pesar de que su andadura en Europa durante la década de los ochenta terminaría de la peor manera posible, cayendo en la trágica final de Heysel ante la Juventus en 1985 (murieron 39 aficionados a causa de los disturbios generados por radicales del Liverpool) y con una sanción que le impidió participar en competiciones europeas en las seis siguientes temporadas, continúo dominando el fútbol británico.

Sus etapas anteriores en el Inter de Milán y el Liverpool muestran lo cotizado que ha sido siempre, a pesar de los baches y las críticas a su alrededor. Desde sus comienzos en el tenis y el fútbol con las zapatillas de John Newcombe y las botas de Dino Zoff, hasta las camisetas de los grandes clubes y de las selecciones nacionales de fútbol de Italia y otros países, pasando por las memorables victorias tenísticas y el mundo de la moda: esas son las etapas por las que han discurrido los primeros 45 años de la historia de Lotto, la empresa que nació en 1973 en Montebelluna, en pleno corazón del distrito del Sportsystem. Un relato narrado a través de 45 piezas que constituyen los fotogramas más significativos de esa película que son los 45 años de la marca italiana que ha contribuido a escribir la historia del deporte. Sobre el papel, no es nada extraño, pues son los colores del club, pero no se habían dispuesto antes en franjas verticales. Baggio y su ‘coleta taleguera’, al igual que la camiseta de la Juventus de esa temporada, con las habituales franjas blanquinegras y la publicidad de Danone, son dos símbolos del fútbol italiano de los noventa.

Segunda equipación del Madrid 2015/2016 (Real Madrid). Camiseta del Barça para la temporada 2015/2016 (FC Barcelona). Este sábado vamos a hablar del escudo de uno de los grandes equipos de América: el Palmeiras. Jugó la final de este último torneo, que Italia perdió ante Francia, y fue amonestado. Habilidoso, rápido y potente, el extremo zurdo (aunque también jugaba a banda cambiada) lideró a la Roma durante toda la década de los ochenta y tuvo un papel fundamental en la victoria de Italia en el Mundial de España ’82. El motivo es que Italia estaba entre los países del Eje (junto a la Alemania nazi y Japón) y el club quiso distanciarse de toda relación con este bando de la Segunda Guerra Mundial. La prematura retirada de Michel Platini en 1987 había dejado huérfana a la Juventus, que liderada por el francés consiguió por fin la ansiada Copa de Europa en 1985. En plena reconstrucción, la directiva decidió apostar por un joven Roberto Baggio, que con 23 años ya destacaba como uno de los jugadores más talentosos de la Serie A. Tres años después, guió a la Juventus a un nuevo título continental, en este caso la Copa de la UEFA, y consiguió consagrarse como uno de los referentes del fútbol Mundial al recibir a finales de 1993 el Balón de Oro.

Poco después, aparecería en el primer equipo la mejor generación de canteranos de la historia del club y una de las mejores del fútbol español, La Quinta del Buitre. El equipo giallorossi también vivió uno de los mejores períodos de su historia en esos años (cinco Copas de Italia y un título de Serie A entre 1979 y 1991), con jugadores como Falcao, Toninho Cerezo, Carlo Ancelotti y, uno de los grandes mitos romanistas, Bruno Conti. Por el camino tuvieron que superar prórrogas (Laurent Blanc consiguió el primer gol de oro de la historia de los mundiales ante Paraguay en octavos), tandas de penaltis y reponerse de las expulsiones de jugadores clave como la de su gran estrella, Zinedine Zidane. En cuanto a la camiseta segunda, vuelve la senyera, aunque las cuatro barras sólo se verán en la espalda (a ver cómo se lo toma la UEFA, porque está prohibido que el dorsal vaya sobre rayas).

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